Guerreros del cine

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domingo, 28 de noviembre de 2010

ETERNO RESPLANDOR DE UNA MENTE SIN RECUERDOS

¡Qué feliz es la suerte de la vestal sin tacha!

Olvidarse del mundo, por el mundo olvidada.

¡Eterno resplandor de la mente inmaculada!

Cada rezo aceptado, cada antojo vencido.

Alexander Pope

Olvidar, uno de los miedos más grandes del hombre, y muchas veces, una de sus quimeras más apasionadas. Cuando el recuerdo duele al punto de convertirse en algo físico. Cuando esa persona que momentos atrás era motivo de alegría, de dicha, trasmuta en algo perverso, dañino, el peor enemigo instalado en nuestra cabeza, en nuestro corazón. ¿No deseamos olvidarla? Borrarla de nuestra memoria, como si de una línea mal escrita en una hoja se tratara. Todo lo que sea posible para hacer desaparecer el padecimiento indescriptible, la ruptura que acaso jamás sana del todo, esa herida que a veces amaga con abrir de nuevo su caudal de sangre y sufrimiento.

Joel Barish (Jim Carrey) sufre por amor. Es un tipo normal, que conoció a un espíritu libre, seductor, amante, enfrascado en el cuerpo de Clementine Kruczynski (Kate Winslet). Viven el idilio, disfrutan del enamoramiento en su etapa más hermosa, hasta que el inevitable final llega. No eran el uno para el otro ¿Cuántas veces habrá pensado cada ser humano que encontró a la famosa media naranja solo para descubrir que era otra fruta de similar aspecto? ¿Cuántas desilusiones puede soportar un ser humano?

En el futuro de “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos”, la gente con problemas sentimentales puede optar por un tratamiento bastante simple: borrar la existencia del ser humano que produce ese dolor, extirparlo como un tumor del cerebro. El procedimiento es simple, el resultado efectivo, hasta se le informa a la persona “borrada” que no puede contactarse con el usuario porque, justamente, ha sido borrado. Ctrl + Alt ­+ Delete al corazón.

La película habla sobre el olvido en primera instancia, pero es una oda hacia el recuerdo, a la necesidad de la memoria, la importancia de la historia vivida. “Déjame conservar al menos este recuerdo”, ruega el personaje de Carrey, en el medio de la persecución dentro de su mente. Pide que le den esa posibilidad, aun sabiendo que el tratamiento es infalible, que Clementine será borrada indefectiblemente de su sistema.

No sé si serviría esta “cirugía” en la vida real, no sé si el olvido es bueno o un placebo solamente. La película funciona, y cada vez que la veo, sé que entraría sin dudarlo a la empresa “Lacuna Inc.”, para borrar de mi memoria a tanta gente que ya no suma nada en mi existencia. Y no puedo evitar preguntarme si una vez dentro de la máquina daría el visto bueno para que comiencen. No sé si soy masoquista, pero hay días que las borraría de un plumazo, y hay días que las conservaría en mi mente, tal vez con la finalidad única de recordarme que lo intenté, Zeus sabe que lo hice, tantas veces lo intente…

8 comentarios:

  1. hay que pensar que sin esas personas que a veces queremos borrar, no seríamos lo que somos hoy.
    saludos.

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  2. Totalmente de acuerdo con Sigfrido, si somos lo que somos es por nuestras vivencia, que buenas o malas, con dolor o sin él son muy nuestras y nos ayudan a ser lo que somos.

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  3. Hace un tiempo la vi y estaba en una relación muy linda!!! pensé que nunca querria borrar a esa persona de mi mente y aunque ya no somos pareja creo que nunca querré borrarla!!! es parte esencial de lo que soy hoy en día!!!!
    tal vez un poco de masoquismo... no lo sé!!!

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  4. Es sin duda alguna una de mis películas favoritas, el simple hecho de mostrar lo qe todos algun dia deseamos hacer pero el hacernos dar cuenta qe el destino es más fuerte .. hace esta pelicula espectacular !

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  5. Gracias por los comentarios a todos, creo que olvidar es una de las aspiraciones más fuertes en el ser humano cuando el dolor nos acecha, pero creo que si nos ponemos a pensar, el olvido es un arma de doble filo que siempre termina cortando. Yo sigo teniendo sentimientos encontrados ante una maquinaria infernal como la que propone Michel Gondry en esta cinta, hay días que la usaría, hay días que la destruiría...

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  6. Esta película tiene fuertes influencias del universo (frenético, esquizofrénico, histérico y cuantos adjetivos más quieran) de Philip K. Dick. Autor más que nada conocido por haber escrito la novela en la cual se basó Blade Runner, pero cuya obra más magnífica está en sus cuentos.
    El jugar con la mente y los recuerdos era parte básica de una gran cantidad de sus cuentos, algunos de los cuales fueron adaptados para hacer Total Recall (película y serie), La Paga (con el nabo de Ben Affleck), Impostor (con un buen Gary Sinise) y muchas otras incluso más allá de esta temática.

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  7. Tal cual Manuel, tiene una gran influencia de Dick (que sufría de paranoia y eso se puede ver reflejado en su obra), pero el gran autor de ciencia ficción se abocaba a universos distantes, mundos tal vez improbables, y creo que es la gran diferencia con esta obra de Gondry: el tipo decidió hacer una de ciencia ficción donde lo que se explora es la mente humana, y más que nada los recuerdos, y el anhelo del olvido.
    Como toda la buena ciencia ficción, su temática primaria es un disparador para reflexionar sobre cosas actuales.
    Soy tanto un admirador de el buenazo de Phillip como de esta hermosa película.
    Gracias por pasar!

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