Guerreros del cine

Guerreros del cine
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lunes, 25 de octubre de 2010

EN LA RUTA


Me encanta viajar en micro, hay algo mágico en la ruta, en las luces que se difuminan con la velocidad del vehículo, el paisaje que se torna extraño, uniforme, un abanico de colores y movimientos que nunca llegan a definirse, sobre todo si uno entorna los ojos de tal forma que apenas puede ver. Parece que uno viaja por un cuadro de Marcel Duchamp.

Con la música adecuada en los oídos, esa experiencia se complementa. El universo sonoro es muy importante para quien escribe, y excepto cuando estoy leyendo un libro, me es imposible justificar mi existencia sin la banda de sonido adecuada. Para mi es tan importante como tener algo de beber o un caramelo para paliar la ansiedad ante la imposibilidad de fumar un cigarrillo. Con la música, el viaje es aún más mágico.

Es lindo estar en la ruta, esa sensación del paso del tiempo que se vuelve carne a cada segundo avanzando por el pavimento. Es viajar en el tiempo, casi literalmente. Cada minuto es un minuto menos para llegar al destino. A medida que uno se acerca a lo nuevo, se acerca de lo viejo. Uno se acerca al futuro mientras se aleja del pasado. La ruta es la metáfora perfecta: dejas atrás todo, es una oportunidad para empezar de nuevo.

Si se viaja solo, la experiencia es introspectiva. Es la oportunidad perfecta para reflexionar, hacer balances, planificar pequeños actos subversivos contra la rutina que arruina. En la ruta puedo soñar, creo que todo es posible mientras estoy llegando (porque hasta que no llegas a destino, siempre estás llegando). El micro es un pequeño universo de asientos, caras anónimas y sonidos tipo murmullo, pequeñas humanidades, individualidades que comparten un lugar común, una misma suerte, pese a los diferentes propósitos.

Todas las palabras que quise decir y no pude las abandono. Todas la sensaciones malas o de dolor se quedan en el sitio que dejo atrás. Allá, donde el micro debe estacionar para que yo baje, allá todo es algo nuevo.

Amo viajar en micro, en la ruta, donde el paisaje concreto se convierte en algo casi intangible. En una aventura mental. Quiero escuchar Dylan y escribir en mi cabeza ese texto que me desvela, quiero ver el amanecer en un sitio que desconozca mis pasos, que no haya conocido el tamaño de mis huellas. Quiero ser más anónimo aún. Todo esto y más.

viernes, 22 de octubre de 2010

GUERREROS DEL CINE

Hace ya cinco años, mientras estaba cursando los estudios de Comunicación Social en la universidad, se me ocurrió la idea de hacer mi tesis sobre el cine fantástico argentino. Hasta ese momento conocía demasiado poco, no había mucho en realidad editado o al alcance de la mano como para desarrollar un proyecto de tales características. Fui a buscar a algunos locales las pocas películas que los mismos directores distribuyeron, pero todo parecía una tarea titánica.

La vida me llevó por diferentes rumbos y hasta terminé viviendo en otra provincia, pero la idea siempre estuvo dentro mío, como un virus, algo que se estaba incubando, que pedía pista para nacer, que necesitaba hacerse “carne”.

En el 2009 empecé a trabajar en VideoFlims, la primera distribuidora de cine independiente argentina, dedicada a las labores de edición, distribución y estreno del material que sería la materia prima de mi libro. Ahí empecé a conocer un mundo mucho más vasto de lo que pensaba, con muchos personajes de lo más curiosos, películas que superaban ampliamente mis expectativas, y por sobre todo, conocí a un montón de gente que conforma una verdadera familia unida.

2010. Bicentenario. Festejos suntuosos. En unos días, el bendito censo. Los mineros chilenos ya salieron de su tumba 700 metros bajo tierra. Se perfilan los candidatos para las elecciones del año que viene, pero el panorama político es más de lo mismo, al menos para quien escribe. Mientras deambulan videos de supuestos unicornios en Canadá y los futbolistas cruzan declaraciones por patadas recibidas y teorías sobre la hombría, un hombre de veinticinco años espera ansioso que ese sueño que tuvo cinco años atrás complete su mutación a realidad.

Muchas personas ayudaron en esto, desde la gente de VideoFlims (www.videoflims.com.ar), muchos cineastas, el editor Sergio Salgueiro y su increíble editorial nueva “Fan Ediciones” (www.fanediciones.com.ar) hicieron de esto, algo posible. Para la tapa se sumó Julián Sequeira (www.juliansequeira.blogspot.com) y realizó un trabajo más que fantástico.

Este es mi sueño, mi hijito, ahora tiene un nombre, ha sido bautizado (con su magnífico número de ISBN): GUERREROS DEL CINE: ARGENTINO, FANTÁSTICO E INDEPENDIENTE es su nombre. A la venta a partir de noviembre en librerías selectas.

domingo, 17 de octubre de 2010

LA PRIMERA VEZ

Dos experiencias me han marcado como cinéfilo irremediable, ambas comparten una misma locación geográfica: Parque del Plata, en el país vecino Uruguay, cuando yo tenía tan solo ocho años. Antes había visto muchas películas, mi crianza hogareña se basó principalmente en libros de ficción y cine, con más tendencia hacia las letras, fomentaban (y aún lo hacen) mucho más mi imaginación. Pero aquel verano en el país oriental fue una epifanía en muchos sentidos.

Mi familia había alquilado una cálida casita cercana a la playa, sin televisión. Me había hecho amigo de un vecino, cuyo nombre no recuerdo, pero que era albino (el pelo, las cejas, todo de un blanco nieve impresionante), al cual mi tío Daniel bautizó, para la intimidad, como “El Fosforescente”. El chico, aparte de su peculiaridad física, tenía una madre bastante castradora, que no lo dejaba salir y le permitía ver la televisión solo hasta las tres de la tarde. Esta mujer, una fanática de las plantas (su casa parecía una jungla), desaparecía en el horario de la siesta.

En la televisión uruguaya pasaban, un sábado a las dos de la tarde, King Kong, versión original de la década del 30, y el Fosforescente me invitó, a escondidas, a ver al rey de los monos. Nos sentamos en su hogar, prendimos la tv y disfrutamos de una película que, en su momento, me voló la cabeza en muchos aspectos. No tenía nada de aquello que acostumbraba a ver en la gran pantalla, pero aún así, supo cautivar cada uno de mis sentidos. Esta bien, era un muñeco, se movía extraño y tenía una cara extraña, pero todo en esa película era maravilloso. Lastima que al Fosforescente después de aquella “proyección” no lo dejaron salir más por pasar el horario estipulado que la madre impuso.

Esa misma semana fui a ver Jurassic Park al cine. Recuerdo que mis viejos me llevaron al lugar, en el centro de Parque del Plata, y como había demasiada gente, solo me sacó una entrada a mi. Iba a ver a los dinosaurios solo, algo que me daba un poco de impresión, pero me senté en la butaca primero, y por mi corta estatura, terminé en los escalones del lugar… y fue amor a primera vista. El cine se me presentó como un espectáculo demasiado imponente, demasiado maravilloso y hermoso, una aventura en todo sentido. Como cualquier primera vez, fue inolvidable, y ahí supe que debería estar ligado, de una forma u otra, a ese mundo del séptimo arte.

A partir de ahí, con esas dos experiencias a cuestas, me embarqué en una odisea que aún hoy continúa, mirando muchas películas, coleccionado, informándome, ilusionándome y desilusionándome también. Una historia de no acabar (que no quiero que acabe) y que se traduce en días viendo películas, en noches mirando películas, hablando, discutiendo sobre ellas… es un amor que puede tener sus altibajos, pero el cine es el mejor romance que ha tenido mi vida. El que siempre está, el que no te abandona por otros, puede tener sus altibajos la relación, pero es fiel. Suena a que soy un freak del cine (no es algo totalmente errado) pero tengo otros intereses, bastante diversos. Solo que el cine y la literatura a la par, son la fuente de inspiración y diversión.

Como dije antes, toda primera vez se recuerda. La mía fue con King Kong y Jurassic Park, dos de “mostros”. Creo que aún no salí de aquella sala de cine uruguaya.

lunes, 11 de octubre de 2010

BIENVENIDOS

Bienvenidos a este nuevo espacio.

La idea de esta página es poder compartir diversos escritos de ficción, reflexiones, "aguafuertes" y todo aquello relacionado a mis pasiones, como el cine, la literatura, la música y otras artes.

También daré a conocer novedades sobre el movimiento de cine independiente nacional y latinoamericano, con proyecciones, trailers de películas e información.

Y como todo espacio que tiene la posibilidad de crecer cada día, quien sabe que otras cosas puedan surgir.
Están todos cordialmente invitados!