CINCO HORAS ENTRE FANÁTICOS DE STEPHEN KING
(Una crónica en primera persona)
Todo comenzó a fines del 2011 en esa red social llamada Facebook. No sé cómo ni por qué llegué al sitio “Todo Stephen King” en el cual fanáticos de habla española (aunque vi algún comentario en portugués, si mal no recuerdo) comentan sobre la obra del escritor norteamericano, suben fotos sobre sus adquisiciones, se pasan datos, a veces largan algún que otro spoiler (porque no ven el buen tutorial de Cristian Coppola para evitar esos malditos “arruina-libros”) y todos babean con la colección de Ari Racing (A.K.A Bossi, su verdadero apellido), dueño de la colección más grande de Argentina dedicada al autor.
Me fue sencillo adaptarme a la modalidad de la página, y pronto comencé a conocer gente del sitio, a conversar y traspasar la temática “libro de King” hacia otros autores y la vida misma. Así, puedo nombrar a Caty Di Candia (a quien le sigo agradeciendo porque me obsequió un ejemplar recién salido del horno de “22/11/63”), Diego Bialos (factótum del KDD 2012 y protagonista de charlas memorables), George Valencia (amigo colombiano, creador del excelente blog http://elblogdeariakas.blogspot.com.ar/), Marina Gareis (la “madrina” del sitio, comentadora puntual de todas las publicaciones) o Camila Carbel (futura colega riojana, con quien hemos conversado hasta las mil y una en muchas ocasiones). Y solo nombre a unos pocos con los que tengo mayor relación por el momento.
Cierto día, hace un par de meses, me llega una invitación a un evento llamado KDD (todavía no se ponen de acuerdo en que significan dichas letras), y era en efecto una reunión de los fanáticos de King. En principio, la juntada iba a ser en un Burger King, cuya nomenclatura era más que acorde para un acontecimiento de tal magnitud. Poco a poco, conversando con Bialos, se llegó a la conclusión que McDonals tenía, este año, un peso simbólico importante por un par de datos altamente nerds: el emblema del local es un payaso que, asumámoslo, es tan perverso como cualquier payaso; se cumplen 27 años de la aparición de IT en Derry, según la cronología del libro; y el local de la calle Florida tiene un segundo piso con Wi Fi para poder hacer una videoconferencia con el amigo Valencia desde Colombia. Todo cerraba, así que el organizador confirmó el punto de encuentro.
En las afueras del Maconals
EL DÍA D (KD)
Llegué a Capital Federal desde mi conurbano querido y encaré la peatonal Florida. 12:20, aún el mundo de negocios y manteros no había despertado del todo. La música de acentos diversos y el repiqueteo de los arbolitos parlantes - ¡Cambio! ¡Dólar! ¡Euro! - , y los ojos esquivos de la policía aún eran una proyección de lo que, un par de horas más tarde, sería.
No sabía con qué me iba a encontrar al llegar a la reunión. Si bien mantengo conversaciones con algunos “frikings” (fans de King, para los no iniciados) el telón protector de la virtualidad era un factor atenuante a la hora de combatir la inherente timidez frente a un desconocido. En este caso prometía ser una veintena de desconocidos, o en algunos casos, conocidos de la red.
Aglomerados en la entrada del McDonals, unas 16 personas esperaban la llegada de otros, que se fueron sumando al baile poco a poco. Estaban formados en una ronda, un círculo de lectores (nunca mejor aplicado el término) conversando en voz baja, ante la mirada de los transeúntes. Lo primero que me llamó la atención fue la disposición: las chicas estaban a un lado de la ronda y los chicos por otro, pero pronto esa disposición “natural” cambió, y tras un traspaso a un sector donde el sol no castigaba y el viento calmaba la temperatura atípica de este agosto lluvioso, las conversaciones fueron ampliándose.
La idea original era ocupar una buena porción del segundo piso del local, pero nos llevamos una sorpresa: la gerencia había decidido cerrar dicha planta por motivos aún hoy poco claros. Se debatió comprar la comida e ir a la Plaza San Martín, pero pronto encontramos un sitio donde apañarnos y devorar las “delicatesen” que ofrece el variado menú del payaso.
Entre conversaciones sobre libros, ediciones varias que se fueron mostrando poco a poco (destacó un “pop up” enorme, “The girl who loved Tom Gordon”, de Nati Gauto y un ejemplar de “El resplandor”, primera edición en español que rescató de la basura –si, de la basura- May Fusari), chistes varios sobre los spoilers y cotejos sobre lecturas variadas, nos topamos con un inconveniente tecnológico: el prometido wi-fi de Ronald no funcionó, con lo cual, la comunicación con el querido George Valencia no pudo ser. Cuando el payaso despierta en su ciclo, es complejo detenerlo en sus fechorías…
(Devorando anécdotas y carne transgénica)
Tras llenar los estómagos y corazones, el grupo compuesto de 22 personas enfiló hacia la antes mencionada plaza, para encontrar un sitio más amplio donde conversar y conocernos los rostros. Ubicamos nuestras humanidades debajo del trasero del caballo moldeado en bronce del General, y en pleno monumento comenzó la sesión más prolongada de conversación.
Al inicio, Ari Bosi (lo más cerca que vamos a estar de Stephen King, probablemente) empezó a contar anécdotas sobre sus inicios en el coleccionismo. Contrario a lo que un servidor pensó, no fueron los libros su primera pasión, sino las tarjetas de crédito, de la cual llegó a acumular más de 100. Pronto la charla viró hacía el escritor, y contó historias de sus viajes al país de King, su encuentro en la presentación de “La cúpula”, y otros datos más que sabrosos sobre la vida del escritor.
Nati Gauto propuso que nos presentemos todos en ronda, con nombre, lugar de origen y libro con el cual empezamos a engancharnos con King. Las respuestas fueron variadas y mi memoria ahora no puede ubicar con qué libro empezó cada uno, pero algunos mencionaron “Salem´s lot”, otros “Cazador de sueños”, otros “Rabia” y una persona, si mal no recuerdo, mencionó “Apocalipsis” cómo punto de inicio (¡toda una revelación!). La concurrencia también se caracterizó por las diversas procedencias, de todos los sectores de la provincia y hasta de… ¡otra provincia! (Marina Gareis, de Entre Ríos)
La gente, al pasar, miraba cómo un grupo de personas charlaban bajo la sombra reconfortante del prócer, y no entendían mucho. Una turista de algún país no-hispano parlante tomó una fotografía grupal en la cual, creímos, aparecíamos todos. Algunos niños miraban y se acercaban curiosos a ver que pasaba ahí, mientras que otros observaban con caras raras. Analizándolo con la perspectiva del tiempo, creo que era raro ver un grupo de gente que no se identificaba por una vestimenta en particular, cortes de pelo o modismos, sino libros y charlas que jamás subían de volumen. Tampoco teníamos música, solo libros que circulaban, muchas risas y aplausos ocasionales para el organizador de tan bella velada.
(Nota al margen: ejércitos de palomas sobrevolaron nuestra cabeza las tres horas que estuvimos allí sentados, pero por suerte no hubo ningún accidente escatológico para comentar. Palomas frikings, os bautizo!)
(Postales de la plaza)
En lo particular, conocí a mucha gente con la cual me reí mucho hablando de temas muy diversos, como Laura Fonseca, Sebastián Elesgaray, o Normis Sinapellido (cómo se apoda en el “caralibro”) May Fusari, Sergio Iozza, Claire Visaroso, Cristian Coppola y Adrián Granatto entre otros. Lamentablemente, como comenta abajo Marina, fue imposible mantener un diálogo con todos, con lo cual, quedan cuentas pendientes para la próxima ocasión y siempre está el bendito chat, uniendo a gente desconocida desde tiempos inmemoriales! (O sea, menos de 15 años) A los que no nombré, no me odien,
La velada comenzó su fin cuando un ejército de imitadores de Michael Jackson coparon la parada. Al principio, este pequeño grupo empezó a practicar sus bailes en el césped, alejados del grupo. Después pasaron al cemento de la vereda, y cuando nos quisimos dar cuenta, ocuparon la escalinata (a modo de escenario) para desarrollar su actividad bailarina al lado nuestro. Era tiempo de dejar todo e ir cada uno para su casa, con la promesa de un nuevo encuentro, tal vez en otro evento pronto en el tiempo, y el confort de saber que un grupo tan heterogéneo como este puede compartir unas cinco horas de risas y camaradería.
Las fotos son cortesía de Nati Gauto y Juan M Díaz, que hizo una excelente cobertura fotográfica.
Acá dejo algunos comentarios que me llegaron de protagonistas de esta velada que rompió los records de concurrencia:
COMENTARIO 1 (SERGIO IOZZIA)
Con respecto a la KDD la pasé muy bien! Disfruto mucho juntarme con gente con la que tenes un gran interés común. No suelo tener muchos interese en común con la gente en general jajaja! Así que, a decir verdad, me resultan siempre gratos este tipo de encuentros, sobre todo cuando el número de personas que concurren es tan bueno! Pero estaría bueno que sea obligatorio leer “La torre oscura”, porque sino la próxima les voy a spoilear todo jajaja!
COMENTARIO 2 (PATRICIA PORTA)
Creo que más o menos opinaré lo mismo que casi todos. Estuvo muy bueno, conocí personalmente a gente muy copada, las anécdotas y datos de Ari Racing se robaron la tarde jajaja! Pero es inevitable porque sabe todo, y todos queremos saber lo que él sabe.
COMENTARIO 3 (MARINA GAREIS)
La verdad es que lo pasé bárbaro, el único inconveniente fue que me quedé con más ganas de hablar con todos!
COMENTARIO 4 (SEBASTIAN ELESGARAY)
Cualquiera hubiera dicho que el clima estaba predestinado.
Pero para mí no. El sol salió por obra y gracia del Ka.
Entre otras cosas, Ka significa destino. Y era nuestro destino que ese día el sol estuviera presente para darnos la posibilidad de una plaza y mucha luz.
¿Qué tengo que transcribir mi impresión de la reunión? Comodidad sería una palabra adecuada. Por el grupo de gente copado y divertido con quien me tocó pasar la tarde. A veces es difícil sentirse a gusto de entrada, pero en esta ocasión no me costó nada.
Otra palabra que podría describir la KDD sería alegría. Risas.
Lo último que me gustaría decir es que al ser tantos, quedó gente con la que apenas pude cruzar palabra. Pero seguro no va a faltar oportunidad…
Quedó medio, medio... Pero salió así de sopetón!
Jajaja
COMENTARIO 5 (NATI GAUTO)
Impresión de KDD: "yo ya conocía a bastantes, aunque nada mas de cara del King on Screen, porque en ese momento no sabía del foro en face, entonces no tenia agregado a nadie y fui de fanática nomas por eso siento que los conoci a todos el domingo y me encanto! (si hasta el día parecía que quería KDD DX) estuvo bueno saber que hay tantos L.C. sin ganas de rehabilitarse como yo, me hace sentir menos chiflada:) "
COMENTARIO 6 (IVIS CABJ)
No sé muy bien que decir eem, la verdad es que estaba un poco nerviosa, ansiosa, todo junto.. el hecho de no conocer a nadie más que a través de la pantalla ! jajaj .. pero bueno ! al final me termine encontrando un grupo genial, la pase muy bien, me divertí, no parecía mi "bautismo" jajaja ! qué se yo, me encantó conocerlo
COMENTARIO 7 (DIEGO BIALOS)
"Cuando hablaba con
Adrian Granatto sobre cuantos podrían a llegar a ir a la KDD le decia que
teniendo en cuenta la cantidad de participantes que había (30 reales y 1
virtual, el gran George
Valencia) me conformaba con que vaya la mitad. La
asistencia colmó mis expectativas ya que fueron 22 friKINGS hambrientos por
devorar rata-hamburguesas de Mc Donald y sedientos
por hablar de King y su obra.
Desde el 2008 que vengo organizando los encuentros
de lectores constantes y nunca pasábamos los 12 integrantes.
Espero verlos de vuelta a todos si se hace el King
on Screen (Movete Ari!) , si no será devorando pochoclos mientras Carrie se
encarga de arruinar
la fiesta de egresados. Digo sai, digo gracias!
(Todo el grupo, de dos ángulos distintos, protegidos por el glorioso trasero del caballo patrio)